Y donde quedo yo, en este mundo sin tu voz, ignorando las señales que me llevan a enconarte.
Que hoy te veo y aunque lo intento, no se me olvida, que eras tu el que no creía en las despedidas, que sigo siendo la misma loca que entre tus sabanas se perdía, y al fin de cuentas no soy distinta, de aquella idiota que te quería, que todavía espera verte sonreír, que todavía espera verse junto a ti